jueves, 14 de enero de 2016

Correr bajo la lluvia.

Esta mañana, antes de que saliera el sol, he ido a correr como suelo hacer desde hace unos meses. He aprovechado antes de ir a trabajar para hacer mi rutina diaria con la mala suerte de que a mitad de camino me pilló una tormenta. Empezó a llover y no creáis que fue un chaparrón y ya, no, fue un diluvio en toda regla. Me caía agua por todos lados, llegué a pensar que el agua desafiaba hasta la gravedad.

Me puse la capucha mientras seguía corriendo e intentaba resguardarme bajo los árboles sin hojas inútilmente. Fue en ese instante cuando, empapado completamente, lo vi claro. No podía hacer que parara la lluvia, no podía parar de mojarme y si daba la vuelta habría salido a correr en vano. Así que me saqué la capucha, me revolví el pelo y seguí corriendo bajo la lluvia. Corrí sin detenerme y mientras corría una tonta sonrisa se formó en mi cara. Era liberador, no se explicar la razón pero me sentí bien, muy bien. Tal vez porque estaba haciendo algo contrario a lo que normalmente haría o tal vez no, no lo sé. Lo que sí he reflexionado después es que siempre intentamos resguardarnos de una tormenta que nos toma por sorpresa. Incluso cuando esa lluvia es interna, en un sentido metafórico, como la que describe Luis Fonsi en su canción Hoy llueve por dentro. Esa tristeza que nos empapa en los peores días aunque nos resguardemos, sin darnos cuenta que a lo mejor lo que debemos hacer es exactamente lo contrario. Que quizás lo que debemos hacer es afrontarla.

Así que mi consejo de hoy es el siguiente: 
Cuando os sorprenda una tormenta, ya sea por dentro o por fuera, no busques un sitio donde esconderte y sal a correr bajo la lluvia.

Empápate y disfrútalo, no temas mojarte, no temas sentirte triste, piensa en lo que te estás perdiendo porque esa lluvia lo impide y cree que al fin y al cabo no puede contigo, que tú eres más fuerte. Si lo haces, descubrirás realmente lo fuerte que puedes llegar a ser.


Este ha sido mi consejo de hoy, mañana por la mañana dan lluvias otra vez y seguramente vuelva a salir a correr, quizás vuelva a sentir lo mismo y mientras llueve yo sonreiré y en esa sonrisa pensaré antes de dormir.


6 comentarios:

  1. Genial consejo. Lo mejor es afrontar las tormentas como vienen. Y sí hay que sentirse triste no hay ningún problema. Ya habrá días alegres. A lo mejor en esa tristeza o en esa tormenta encontramos la felicidad.
    Un besillo.

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    1. Justo eso afrontar las tormentas y no esconderse de ellas!!
      Muchas gracias por comentar María!!
      Un beso. ;)

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  2. Lo mejor es salir y correr, no importa que la lluvia nos moje. Si hay tormenta ya escampará. Un saludo eres de los de mi marido, Sale a correr o caminar haga el tiempo que haga. Un saludo

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    1. Sí que es lo mejor aunque nos mojemos. Y entiendo a tu marido una vez que empiezas y tienes tu rutina ya no puedes dejarla, haga el tiempo que haga!!
      Un saludo. ;)

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  3. Un consejo genial y, además, envuelto para regalo. Y lo digo porque lo cuentas de un modo precioso. Creo, como tú, que es mejor no esconderse, dejar que la vida (y las emociones, y la lluvia) te sorprenda. Nunca sabes qué puedes encontrar corriendo bajo la lluvia pero seguro que no lo descubres quedándote en casa.
    Me ha encantado tu reflexión, Agustín. Un beso enorme

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    1. Muchas gracias Chari!! Exactamente como dices, creo que el que se queda parado pierde el ritmo de lo que tiene a su alrededor. A veces es necesario deternernos y verlo todo con perspectiva pero siempre para volver a ponernos en marcha!!:)
      Me alegra que te haya gustado, un beso!!

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