domingo, 6 de diciembre de 2015

Monólogo de un villano frustrado.

Imaginad por un momento vivir una vida entera sin saber que no has vivido en absoluto. Enterarte al final de tu insignificante existencia que has desperdiciado todo tu tiempo en algo tan banal como vivir una vida condicionada por lo que los demás piensan que está bien o mal.

Esta mañana me miraba en el espejo y contemplaba mi reflejo con pena y rabia. Pena por la carencia de vida que veía en esa persona que observaba. Rabia por la impotencia, presente y pasada, que me afligía ante mi insulso destino. Un destino escrito en una piedra tan negra como el carbón más oscuro. Mi cuerpo ya no era igual de joven que años atrás, mi rostro ajado y mi cabello ralo ¿Dónde había quedado aquel que había sido antaño? Solo he estado perdiendo el tiempo.

Todos los días la misma rutina, trabajando en algo que no me llena, comiendo comida precalentada, bebiendo cerveza barata. Sin amigos, sin amores, sin familia. Mi única compañía es una vieja gloria venida a menos que vive dos pisos encima del mío y la cual permite que me meta en su cama si después le dejo una propina en su mesilla. Una compañera que comparto con mi vecino del segundo, del quinto y quien sabe que más sabandijas sin escrúpulos fuera de este edificio de mala muerte se dejan arrastrar por sus desgastados y baratos encantos. Tal vez debería comprar un perro.

Así que hoy, cuando ha sonado ese endemoniado aparato que todos llaman despertador, me he levantado, he ido directo al baño como de costumbre y cuando he visto mi reflejo la realidad me ha golpeado de lleno. No quería seguir viviendo esta vida de soledad y pobreza. Mi verdadera naturaleza afloró y vi en lo que realmente me podía convertir. Los héroes siempre eran los que salían ganando en las historias, pero a mí nunca me gustó la idea de ponerme mallas. No, no era un héroe lo que quería ser, no podía, mi ambición es demasiado oscura. Yo sería un villano, uno terrible. El peor villano de todos los tiempos. Uno que ningún héroe pudiese detener y tenía el plan perfecto. Un plan que me permitiría dominar el mundo, esclavizar a mis semejantes. Hacer que todos aquellos que se habían burlado de mí sufrieran por ello. Nadie podría pararme.

Salí de mi desvencijado apartamento dispuesto a comenzar las bases de mi plan perfecto. Lo primero, ante todo, compraría una piña, puede que no sea clave para el plan pero me encanta la piña. En el futuro obligaría a todos a comer piña pero ese es otro tema. Estaba tan eufórico por mi nuevo futuro que no me fijé en el escalón roto de la escalera hasta que fue demasiado tarde.


Tardaron tiempo en encontrarme al pie de las escaleras del tercer piso. Me trasladaron en ambulancia al hospital donde me encuentro ahora postrado en una cama, conectado a diferentes maquinas que me mantienen con vida a duras penas. Esto no entraba dentro de mi plan maestro. Había sobrevivido de milagro, según decían los doctores, los cuales podía oír perfectamente desde mi estado de inconsciencia involuntaria. Aunque esto solo era un ligero traspié en mi plan, nunca mejor dicho. Sería paciente y lo planearía hasta el ínfimo detalle, paso a paso y, cuando me despertase, el mundo conocería el verdadero terror. Rezarán para que sus héroes de cuentos cobren vida y me detengan porque no habrán conocido a nadie tan malvado como yo... después de comerme una piña y adoptar a un perro.


23 comentarios:

  1. Muy bien gestionado el relato. Veo que tu proyecto de supervillano tardará en arrancar as causa de la convalecencia, lo siento por él, tenía buena pinta...y encima le gusta la piña y los perros, como a mí.
    Un abrazo.
    Intento hacerme seguidor pero google no me deja, me pasaré mañana de nuevo.

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    1. Gracias Francisco!! A mí también me encantan los perros pero la piña ya no tanto, por eso se la puse a mi villano porque si me obligaran a comerla...xD
      Google suele fallar, no te preocupes, me alegra leer tu comentario!!
      Un abrazo ;)

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  2. Ha empezado fatal el pobre...xD
    Me ha gustado tu frase, si que es verdad que, aunque algunos sea más fácil y otros más difícil, nadie tiene un corazón inalcanzable.
    Muchas gracias por leerme y comentar!!
    Un saludo ;)

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  3. Excelente Agustín. Buen planteamiento mostrándonos como se forja un villano partiendo de un hombre corriente asqueado con su vida ordinaria. A decir verdad, la reflexión frente al espejo la hemos hecho todos alguna vez en nuestra vida. El pobre tiene tan mala suerte en la vida que hasta un accidente trunca su plan de conquistar el mundo…jajaja.
    El toque de humor de la piña (Referencia que me ha parecido muy “Grouchiana”) es genial para romper el aire trágico del relato, proporcionándole un aroma agridulce, precisamente como el de la fruta a la que haces mención.
    Felicidades.

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    1. Muchísimas gracias Oscar!!:)
      Tenía claro el accidente desde que empecé el relato pero reconozco que lo de la piña se me ocurrió en el momento justo que me imaginaba a mi futuro villano iniciando su plan y me encanta como queda jeje
      Muchísimas gracias por tu comentario otra vez y por las felicitaciones!!
      Un abrazo. ;)

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  4. Pobre, con lo bien planeado que lo tenía. Y ahora tendrá que esperar par comerse esa piña.
    Muy bueno.
    Un besillo.

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    1. Es lo que le toca pero no pierde su esperanza, ahora tiene un propósito en la vida, comerse esa piña y dominar el mundo.
      Si despierta algún día!!jaja
      Un beso!! ;)

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  5. Que bueno, alguien a quién le guste la piña no puede ser bueno, a mí me causa alergía... ¿o seré yo el malo?

    en fin, excelente relato!!

    Saludos.

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    1. Seguro que tú no eres el malo Andrés, a mí no me da alergia pero tampoco me gusta!!jaja
      Muchísimas gracias por tu comentario!!:)
      Un saludo.

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  6. ¡¡Me ha encantado tu relato!! Lo de la piña y el perro me ha llegado al alma, y mira, aquí estoy sonriendo ante la pantalla. Me ha gustado mucho leerte, volveré por aquí. Un beso, Agustín

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    1. Muchísimas gracias Chari!! Cuanto me alegro que estuvieras sonriendo ante la pantalla!! :)
      Eres bienvenida cuando quieras por aquí!!
      Otro beso para ti!! ;)

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  7. ¿Qué te digo? jeje Me ha encantado, con piña incluida. =)
    Un saludo. :)

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    1. Pues si te ha encantado para mí es más que suficiente Sole!! :D
      Muchas gracias por tu comentario!!
      Un saludo. ;)

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  8. Qué mala pata! Con lo bien que había planeado todo.
    Menos mal que deja una puerta abierta a su cambio de vida. jejeje
    Me ha gustado mucho y me ha alegrado lo del traspiés. Seguro que ser malo no le habría llenado del todo y tendría graves encontronazos con su conciencia. Un abrazo Agustín.

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    1. Muy mala pero él la esperanza no la pierde aun!!jaja
      Me alegra que te haya gustado Mercedes y es posible que tengas razón y que su conciencia no fuera malvada, si algún día despierta lo comprobaremos. jeje
      Un abrazo!! ;)

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  9. Original, divertido y sorprendente. Uno no espera una cavilación sobre el deseo de ser villano, y mucho menos proveniente de un hombre amante de los canes y las piñas, y para postre, un batacazo y al hospital. Dudo que se pueda igualar este relato, por su frescura e inusual puesta en escena. Buen trabajo, Agustín.
    ¡Abrazo, Compañero!

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    1. Muchísimas gracias Edgar!!! Tu comentario me deja sin palabras y eso es nuevo para mí!!jaja
      Solo puedo decir que me alegra que te parezca divertido, que sorprenda y además te parezca original. No puedo pedir más!! :)
      Así que te doy las gracias otra vez y las veces que hagan falta porque me siento agradecido por tus palabras, compañero!!
      Un abrazo. ;)

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    2. Doy fe de lo que dice Edgar, jeje ;)

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  10. Muy bueno Agustin, :)
    Un inicio introspectivo que le lleva a replantearse su meta en la vida, ser el mejor villano del mundo, lo que no contaba es en su mala suerte, jeje
    Ahora tendrá tiempo para pensar en su plan maestro.
    Un saludo!!!

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    1. Muchas gracias Irene!! Ahora tiene todo el tiempo del mundo para perfeccionar su plan si algún día consigue empezarlo!!jeje
      Un saludo!! ;)

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  11. Buenísimo, Agustín. Me has sacado varias sonrisas con tu relato.
    Me dieron ganas de una piña.
    Abrazo!

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    1. Me alegro Federico y muchas gracias por tu comentario.
      Otro abrazo para ti!!
      ;)

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